Júpiter



Júpiter llegó a casa a finales del año 2.006 desde Jerez de la Frontera.

Su llegada no dejó a nadie indiferente, rápido consiguió el cariño y las atenciones de todos. Sus profundos ladridos hacían de él un ser especial y a la vez desesperante, pero siempre conseguía volver un enfado en una afectuosa caricia.

Compartimos mucho tiempo, muchos paseos, muchos comentarios desafortunados de algunos extraños y otros muy amigables por su carismática presencia.

Aprendimos juntos, sobre todo yo, ya que me dió la oportunidad de interesarme por la raza, de cotillear en el mundo canino y, así, nos introducimos, poco a poco, en las expos. Las primeras experiencias no se podrían describir, pasan de la novedad, a los nervios, a la exaltación por lo logrado, a la duda... pero allí estábamos, los dos.

En casa fue un fiel compañero, amoroso en todo momento y la peor fiera ante cualquier amenaza, por pequeña que fuera. Me sentía querida y protegida por él, supongo que era recíproco el sentimiento.

A finales de Abril del 2.009 desapareció, no me atrevo a decir que fue un robo, pero creo no tiene otro nombre. Marchamos de casa a las 19.00 h y a las 21.00 h regresábamos... "qué raro, no ha salido Júpiter a recibirme..." le llamé y no vino... fuimos en su busca, avisamos a mis vecinos y a todos los conocidos que nos encontrábamos por el camino, nadie le había visto... al día siguiente mi jefe me permitió salir del trabajo para poder seguir buscándole, el resultado, el mismo, así pasamos varios días, no teníamos noticias y habíamos avisado a toda persona posible... a día de hoy, Júpiter sigue desaparecido....

Hasta que no pierdes a un ser querido, no te das cuenta de cuánto le puedes querer.

Espero poder volver a verte algún día.

JÚPITER
ERES EL PERRO MÁS BONITO Y ESPECIAL QUE HE TENIDO,
TE HECHO DE MENOS.
Verónica


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